La emergencia climática y la transición energética

La iniciativa Debagoiena 2030, con el objetivo de dar a conocer el diagnóstico energético de Debagoiena y sus impactos, aportar oportunidades y compartir reflexiones en torno a este reto, ha organizado una exposición itinerante a lo largo de los meses de mayo, junio y julio por los pueblos de la comarca. Se podrá ver en Oñati del 24 al 28 de junio.

Junto a la exposición, de la mano de Goiener, también se ha ofrecido la posibilidad de realizar un análisis sobre las facturas energéticas.

Temas de la exposición

La exposición analiza los factores y consecuencias de la emergencia climática. Entre los factores destacan la producción de energía basada en fuentes fósiles, las emisiones de la industria, las talas de bosques, el transporte, la producción de alimentos, el consumo energético de los edificios o el consumo excesivo. Y sus consecuencias, que son bien conocidas: aumento de la temperatura, aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar y calentamiento del agua, desaparición de especies, agravamiento de los problemas de salud, pobreza y migración masiva o impacto en la agricultura y la ganadería.

¿Cuál es el modelo energético de Debagoiena?

El modelo energético es uno de los factores que más influye en el cambio climático.

El 85% de la energía que utilizamos en la Comunidad Autónoma Vasca procede de fuentes fósiles cuya explotación genera la mayor cantidad de CO2 emitido a la atmósfera. Además, en Debagoiena, somos grandes consumidores de energía, y el 94,8% viene fuera de nuestras fronteras.

Y no sólo eso, sino que Debagoiena es también una comarca con altos niveles de emisiones y consumo de CO2. La industria y el transporte son los sectores que más CO2 emiten en la comarca, superando el 80% del total. Las viviendas son la tercera, responsables del 8%. A su vez, la industria es la que tiene un mayor nivel de consumo energético, concretamente el 50% del total. Le siguen el transporte (33%), la vivienda (9%) y los servicios (8%).

En cuanto a la población, Debagoiena emite 8,53 toneladas de CO2 por persona al año, siendo la media de la CAPV de 8,4 toneladas y de la Unión Europea de 7,9 toneladas.

Objetivo de descarbonización


La electrificación es uno de los objetivos de la descarbonización. En Debagoiena, hoy por hoy, el 30% del consumo total de energía es eléctrico. Imaginando Debagoiena con un 50% de consumo eléctrico, necesitaríamos 15 parques eólicos como Elgea, o 74 cascadas, o 905 parques fotovoltaicos como Ekiola.

En cuanto a las renovables, el número de energías renovables instaladas en la comarca es reducido, apenas un 14% del consumo eléctrico total. La mayor generación de renovables la aporta el parque eólico de Elgea –el 10% del consumo eléctrico de la comarca–. Las cataratas y la biomasa son las que aportan el resto de la energía renovable.

Estos datos se dan de bruces con los objetivos que se han definido para el 2030 y el 2050. Desde Europa se ha fijado como objetivo alcanzar la neutralidad climática para 2050. Es decir, que la cantidad de CO2 que se emite sea equivalente a la que puede absorber la tierra. Y también se exige que la reducción del consumo energético para 2030 sea del 36%. La Comunidad Autónoma Vasca también tiene definidos sus objetivos para 2030. Por un lado, que la reducción de gases de efecto invernadero sea del 45%. Por otro lado, que la energía generada por las renovables sea del 32% (actualmente es del 4,8%).

¿Qué podemos hacer?

¿Qué medidas pueden adoptar los ciudadanos a título individual y como miembros del resto de áreas? Algunas propuestas son:
• Incidir en la realidad individual y de cada agente y responder al reto colectivo como región.
• Ahorro energético y eficiencia y electrificación de procesos en la industria.
• Contratación de energía de origen renovable y/o producción de energía renovable.
• Uso del transporte público y de la bicicleta, así como compartir coche.
• Adecuado aislamiento de la vivienda.
• Reforestación/plantación de árboles.
• Reducción de residuos.
• Reutilización.
• Hablar sobre la emergencia climática.
• Reducir el consumo de carne de producción industrial.
• Planificación de viajes.

Junto a ellos, cabe destacar la pertenencia a una comunidad energética. Una comunidad energética compuesta por ciudadanos, instituciones públicas y pequeñas empresas asociadas es un nuevo tipo de organización cuyo objetivo es la reducción del consumo energético y el fomento de las energías renovables. 

Y son muchos los beneficios o aportaciones que ofrecen: Toda la energía generada será energía local renovable; se reduce la dependencia energética de las empresas multinacionales; la energía de autoconsumo supondrá ahorros en las facturas energéticas; se toman decisiones en función de las necesidades locales; pueden ser instrumentos adecuados para apoyar a las familias en situación de pobreza energética; desarrollan la economía local; aumentan las oportunidades a los instaladores locales; contribuyen a la lucha contra el cambio climático en la dirección de la Transición energética.


En Debagoiena existe un amplio abanico de comunidades energéticas: Ixotzen (Elgeta), Berener (Bergara), Leintz Bailarako Ekiola (Arrasate, Aretxabaleta, Eskoriatza y Leintz Gatzaga) y la Comunidad de Energías Renovables de Eskoriatza.